Uno. Finalidad de la fe.
El uno está pintado cabizbajo.
Sólo desea sumarse a otro uno
y que a ese dos se le sumen otros treses.
Llegar a diez o al cielo quiere el uno.
Pero el uno va a volver a la tierra.
Nunca debió salir de allí.
Creerse abanico.
Multiplicarse.
Mitosis.
Al uno lo asaltan mis pies ansiosos
y ya con cierto desprecio lo borran
poco a poco, saboreando la destrucción del icono,
la finalización de la tarea del desescribir un texto, un juego, un mapa,
un mandala, un laberinto, un ave alado, un mito.
Del uno vuelvo a la tierra.
Patria de la que nunca
debí salir. Nunca.
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se asoman al espejo