Las cosas de Iván Federico

Átomo perdido en la llanura, que me nombró el poeta, nací sin querer y moriré sin poder evitarlo.

среда, 27 октября 2010 г.

Desventuras de Igor de Abajoaziarriba.

Abajoaziarriba se levantó medio borracho, de lado a lado caminó primero hasta donde pudo caer sentado, luego hacia el cuarto de baño. Y vació. Vació todo, de ahí salían ramas, pajarillos, vigas de hierro, llaves ele que hacen falta (si, de las chiquititas), vació lo que tenía de recuerdos, vació una casa con una familia íntegra, un trabajo bien remunerado, vació las cuerdas vocales, las ganas, virutilla de serrín, vacío neuronas, el colon, las vísceras, el pedazito de cerebro que le hacía estar de pie y ya en el suelo vomitó veintitres clases de piano, un curso de tres meses de fotografía básico, varias deudas, un pie, una toalla de la playa que llevaba años perdida, un brontosaurio montado pieza a pieza en el museo de las ciencias, tardes de domingo en el campo con los niños, los niños, la mujer, lo vomitó todo, se quedó, os lo juro, vacío.


Desde ese día Igor de Abajoaziarriba fue mejor persona.
Ahora lo puedes ver levantándose del sitio para cederlo a una viejina. Pero esto no es nada. Te lo encontrarás oliendo las flores y disertando de filosofía alemana y su aplicación en el mundo del automovilismo moderno con las mariquitas del campo, lo verás toser y escusarse, lo verás querer a sus hijos y a su mujer más que a si mismo, ya lo verás, corriendo desnudo como un lobo las noches de luna llena. Nada es tan gris como lo fue la vida de este hombre hasta ese día, bendito sea, que vomitó todo lo que le aprisionaba.

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se asoman al espejo