Las cosas de Iván Federico

Átomo perdido en la llanura, que me nombró el poeta, nací sin querer y moriré sin poder evitarlo.

суббота, 13 ноября 2010 г.

Ángel Olgoso. Prestidigitador.

Hoy he tenido el privilegio de ver y escuchar a Ángel Olgoso y de haberlo convertido en una montaña barbuda que habla con un fauno sin que ni siquiera se dé cuenta. Ha leido tres o cuatro cuentos geniales todos menos el último (inéditos), y digo que el último no fue genial porque estaba a otro nivel, era superior, y no se han inventado palabras para que lo pueda adjetivizar ahora. Juan Carlos Friebe, un tío mu interesante, ha presentado el acto. Miguel Ángel Cáliz apareció magistralmente a mitad de la obra llevando a un extremo muy realista el papel de el que llegaba tarde a presentar y pronto a despedir el acto. Muy buena mañana. 

Cuando ellos iban a por su cervecita (que me hubiera encantado acompañar con mi refresco) yo ya iba pensando en mundos imposibles, y en que lo más doloroso de ser escritor es saber que nunca vas a ser tan grande como Ángel Olgoso, gigante como la noche, gigante como el día. 

Nota al borde:
El fauno ha escuchado a la montaña. 
Hoy se han quitado un par de capas del decorado universal.
Proclamo a 11 de As día de visita a los mataderos que sea día, también, de San Olgoso Prestidigitador
No se en qué año estamos.




si quieres saber más pincha el caracol
          que más te guste





EL PROYECTO 
por Ángel Olgoso


El niño se inclinó sobre su proyecto escolar, una pequeña bola de arcilla que había modelado cuidadosamente. Encerrado en su habitación durante días, la sometió al calor, rodeándola de móviles luminarias, le aplicó descargas eléctricas, separó la materia sólida de la líquida, hizo llover sobre ella esporas sementíferas y la envolvió en una gasa verdemar de humedad. El niño, con orgullo de artífice, contempló a un mismo tiempo la perfección del conjunto y la armonía de cada uno de sus pormenores, las innumerables especies, los distintos frutos, la frescura de las frondas y la tibieza de los manglares, el oro y el viento, los corales y los truenos, los efímeros juegos de luz y sombra, la conjunción de sonidos, colores y aromas que aleteaban sobre la superficie de la bola de arcilla. Contra toda lógica, procesos azarosos comenzaron por escindir átomos imprevistos y el hálito de la vida, desbocado, se extendió desmesuradamente. Primero fue un prurito irregular, luego una llaga, después un manchón denso y repulsivo sobre los carpelos de tierra. El hormigueo de seres vivientes bullía como el torrente sanguíneo de un embrión, hedía como la secreción de una pústula que nadie consigue cerrar. Se multiplicaron la confusión y el ruido, y diminutas columnas de humo se elevaban desde su corteza. Todo era demasiado prolijo y sin sentido. Al niño le había llevado seis días crear aquel mundo y ahora, una vez más en este curso, se exponía al descrédito ante su Maestro y sus Compañeros. Y vio que esto no era bueno. Decidió entonces aplastarlo entre las manos, haciéndolo desaparecer con manifiesto desprecio en el vacío del cosmos: descansaría el séptimo día y comenzaría de nuevo.

Retales de "El fauno Juan Amapola"

"...-Hablas de la noche como un gigante- le dijo el fauno a la montaña, que se había dejado barba- y, es que desde donde tu estás, quizá parezca eso, y no otra cosa. Pues tu la ves venir de todas direcciones, apoderándose como un titán primero oscureciendo el horizonte, luego, de frente y cara a cara, la ves ir hacia ti mientras devora o pisa unos pueblos, sus campos, luego el valle, luego los ríos, el puerto de Mzejb, y mientras el otro gran titán se va achicando, y comprendes que es todo lo que queda. Sólo un gigante oscuro sobre el mundo. Sin embargo- Juan era consciente de que la montaña podía estar pensando neviscas, o canciones de viento, o en aludes, pero continuaba dando su monserga - aquí en el bosque a la noche la vemos como otra criatura más, y poderosa como un Olmo o un río, primero llega en forma de manto, como si fuera un edredón de estrellas por donde patrulla orgullosa la Luna, muy amiga en el bosque de las brujas y los jardines secretos de los faunos, y una vez se ha posado la Reina de los sueños todos sus hijos, los seres noctámbulos, las plantas, los reflejos de la luna en las charcas, ratoncillos, buhos y demás criaturas nocturnas u oscuras del bosque comienzan a cantar su rumor acostumbrado. Noche. Dueña de los ciclos del río. De los sueños de los olmos. Del tililar de cada estrella que compone su vestido azul y negro-.

La montaña, que llevaba horas y horas escuchando al fauno divagando, verbirroto, como escenificando un monólogo de sus pasiones y sus pensamientos, le dijo -Juan, Amapola. Amigo. Cuando la montaña calle profundamente, aprende a escucharla-.

Y un viento que bajó implacable de la cumbre lo golpeó en la cara...

четверг, 11 ноября 2010 г.

Pícaro incombatible.

(a R. Castellano y H. Benattia )

Si, si, que tu te bañas en mil mares.
Si, como debe ser, pícaro incombatible.

Te bañas con doncellas, con ancianas,
seduces a árbol vivo y árbol muerto,
reflejas una en otra y otra imagen
y al fin, por fin y al cabo de ti quedan
de todo lo que hicieras por la vida
páginas llenas.

Si, si, que tu comprendes y conoces
y que también te arriesgas en la nada,
te bañas en las redes y en Granada.

Pícaro incombustible, tan filántropo...
Número ocho en red, y dos en calles.
Ícaro incombatible, nunca calles.

Valga sin redundar la redundancia.

¡Que en paz pervivas, Carlos Edmundo de Ory!

Escribir con una espada

Acariciar sin tener manos.
Encontrar pedazos de luna en los bolsillos.
Comprar una playa con gritos.
Ir al infierno a ver un amigo.
Enviar una mano a su amada.





Retales de "El fauno Juan Amapola"

“... en otro sueño Juan Amapola descubrió un jardín secreto,
en él las flores más bellas crecían entre otras flores ya muertas,
el agua corría por un manantial que parecía haber estado seco
durante muchos años, algunas criaturas del bosque moribundas
se arrastraban entre las crisálidas que darían lugar a unas nuevas.
Este jardín secreto era como el bosque. Exactamente igual que
el bosque en el que él vivía, pero a pequeña escala. Las palmeras
se reflejaban en el agua como un espejo, todo hablaba, pero a
diferencia del bosque que Juan habitaba, todo prefería estar
en continuo y perpetuo silencio. Las hojas de los árboles, era
otoño, caían en silencio. Las flores y las criaturas morían en
silencio, ni siquiera las que nacían, nacimientos en el bosque
a los que se les atribuye una fiesta espantosa, nacían en silencio.
Sabían que cualquier ruido desvelaría el secreto del jardín.
Así que Juan adoptó su postura más cómoda, sentado junto
al agua del manantial (que le recordaba a su río) y sacando
su flauta la puso en sus labios sin emitir ningún sonido.

De pronto fue la danza del silencio, las piedras volaban en
forma de waltz, las hojas del árbol bailaban con estas, los
espíritus de las criaturas moribundas se alzaban de colores
sobre sus cuerpos, que desaparecían sin dejar rastro, y todo,
el agua del manantial, el reflejo en el agua, las palmeras,
las flores, todo lo que habitaba el jardín secreto, comenzó
a danzar en torno a Juan Amapola y su canción silenciosa.
Juan comprendió entonces que estaba en un sueño que
existió de siempre en lo profundo de su alma de fauno,
y que esta danza silenciosa que tanta paz le propiciaba
era la misma que se bailaba en su alma desde que nació...”

Palabras para Mzejb. Puerto del poeta.

He llegado aquí.
No como quien no quiere la cosa.
Si no porque quería llegar desde que oí
hablar del puerto de Mzejb por vez primera.

Aquí se encuentra todo
lo que siempre he soñado.
Y no hace falta faro para guiar
el barco del poeta, ni aquí hacen falta amarras,
el barco se ata sólo al puerto agradecido.
Así es Mzejb.

Veintinueve giros de peonza
costaron decidirse. Ya ha parado
el giro radical, que arrasa el alma, la paz
es ahora el puerto donde despierto a diario.
Aquí no hay guerra.

Mzejb amanece temprano
porque del puerto de Mzejb
depende en cierto modo el movimiento
de translación y rotación de la tierra.
Yo amanezco con Mjeb, porque es de agradecer
esta amabilidad y este cariño con que me tratan
desde que llegué aquí. Amanezo y le digo “buenos días”.
Y responde “no, a ti, a ti, poeta, buenos días a ti, se bienvenido”.

Amanezco y me aseo,
me arreglo dentro y fuera,
escribo algún poema para el puerto de Mzejb,
soluciono mis cosas, voy buscando mi suerte. Nunca
jamás me vi tan grande y desbocado. También en Mzejb
un río desemboca. Se llama “el río que viene del bosque del fauno”.

Así es Ivan en Mzejb;
feliz como un cachorro
entre cachorros.

Ángel González

Eso era amor


Le comenté: 
-Me entusiasman tus ojos. 
Y ella dijo: 
-¿Te gustan solos o con rimel? 
-Grandes, respondí sin dudar. 
Y también sin dudar 
me los dejó en un plato y se fue a tientas. 



Más poemas de Ángel: http://amediavoz.com/gonzalez.htm

.

Está en venta el jardín de los cerezos
L. M. Panero


Pero no el jardín secreto. No el jardín secreto del fauno.
No está en venta el corazón de Juan Amapola.
Ya tiene dueño, y fluye apacible.

PD: Con el resto de su cuerpo
pueden hacer lo que quieran.

среда, 10 ноября 2010 г.

Para quien me quiere, para quien no me quiere.

"...y aunque sientas que se mueve soy tan sólo lo que miras,
y si tengo que elegir elijo lo que crece y me da vida..."
Pedro Guerra


No me pondré de rodillas de nuevo
más que para beber toda tu sed.

No caeré en la oscuridad
en la que no se halle tu cuerpo desnudo.

No despertaré a las iguanas de Lorca
porque pienso soñarte en todas las posturas.

No vendrán súcubos a dejarme vacío,
porque te he encontrado, Lilith, mujer primera.
Asmodeo me perdone.

Mi fiera, no te negaré tres veces,
en contra,
seré piedra sobre la que edificar tu cuerpo.
Mito tangible,
torre más alta que no caerá.







вторник, 9 ноября 2010 г.

Me gusta, pero me toca a mi.

Me gusta
que sueñes conmigo
que duermas conmigo
que amanezcas conmigo.

Ahora me toca a mi
soñar contigo,
dormir contigo,
amanecer contigo.

Canción de adolescencia con coraza.

Este poema se lo dedico en general a los cantautores
y en particular a J. Álvarez (una noche perdidos entre tiendas de campaña,
                                          mi hermano, tu y yo cantando tus canciones,
                                          tu no recuerdas, pero yo si...) y a sus dos primeros discos
y a P. Guerra (yo sentando al piano tocando las notas de lazos,
                      cantando; y a tu manera de cantar Ángel González) y sus dos primeros discos.


Y a mi hermano. Poeta en silencio, necesidad apremia, por compartirnos esos años de luz.


Parece que fue ayer.
Una habitación compartida,
incienso y el ensueño.

Y es que en realidad fue ayer.
Retales de una infancia perdida
De nuestra voz sin dueño.

Conmigo y con Fernando estabais.
a la aventura en autobuses
conmigo y él en nuestra voz viajabais.
Cuanto ha llovido...

¡Y cómo la razón dilapidabais!
Locuras como obuses,
y mente y corazón tiernos dejabais.
No habrá el olvido...

Parece que fue ayer y es que fue ayer.
Mi hermano Pedro Guerra y yo Javier.

                                        

Javier Egea

POÉTICA



Vino primero frívola -yo niño con ojeras- 
y nos puso en los dedos un sueño de esperanza 
o alguna perversión: sus velos y su danza 
le ceñían las sílabas, los ritmos, las caderas. 

Mas quisimos su cuerpo sobre las escombreras 
porque también manchasen su ropa en la tardanza 
de luz y libertad: esa tierna venganza 
de llevarla por calles y lunas prisioneras. 

Luego nos visitaba con extraños abrigos, 
mas se fue desnudando, y yo le sonreía 
con la sonrisa nueva de la complicidad. 

Porque a pesar de todo nos hicimos amigos 
y me mantengo firme gracias a ti, poesía, 
pequeño pueblo en armas contra la soledad.















Más poemas de Egea
http://amediavoz.com/egea.htm

RadioKalcio ¡Gloria a Truasia!

02. Zombie
RAdio KAlcio, si, estamos
Soy un zombie de la ciudad
hay epidemias
son los zombies
de los cuerpos comemos y mejor si son frescos
los zombies de Truasia, los zombies de Truasia, son zombies que sorprenden a
ciudadanos comiendo en sus casos.
Zombies!
Grombis Fok, for far fok, de dodo, dor, kra, vol, e, fo, go
Somos The Doors, this is the end, this is the end my friend, the children
We are from the, somos de los 60s
venimos a cantarles una cancion pulenta
Porque podria ser cualquier cosa
Siempre lo mismo
Porque podria ser cualquier cosa
Bailo un tango en Truasia y me compro una de Armando y me visto de fiesta
soy un hombre del poder
es mas caro cuando salgo a la esquina y me pongo en un ataud, soy satan soy el dueño de la esquina, nadie va a pasar sobri mi jamas
hago black metal, me visto de negro y odio a mi vieja

Qué es
quien sos, eres, son, soy
lo que suena
es mejor
que lo que no suena.

De donde viene, venís, vos?
Adonde vas!
PPP
Un juego 
nada.
serio.


Os invito a viajar sobre la carcajada y la crítica.
Visiten RadioKalcio
Esto fue y será RadioKalcio
¿de acuerdo?

Siete. (Despatafisicación de una rayuela). Capítulo V

     Uno
     Dos
Tres Cuatro
    Cinco
 Seis Siete

Del diez venimos.
Llovía en el ocho.
En el siete hay un río
que se lleva la piedra.
En el siete me paro.

El siete suena a waltz
a domingo y a beso.
El siete huele a Fauno.
El siete te respira,
jazmín mío, mon fauve.
Bicho de luz.

Siete... Ya soy de tus entrañas
pero debo borrarte para llegar al seis.
Rayuela desdibujándose para acabar el juego.

Para empezar la vida.
Para romper un mito.
Para que nazca otro.

понедельник, 8 ноября 2010 г.

Cosas del fauno.














http://www.fotolog.com/ivanfsmalevoski

Juro nunca dejar de hablar de amor.

Prometí no hablar de amor si no me pagaban.
Pero ya sabe el que me conoce que si quiere obtener algo de mi
no puede conformarse con una promesa, pues soy hombre fiel solo al juramento.

La promesa en mi es un valor en decadencia.

Hay otros temas. Lo se.

La luna sobre los ríos.
Las rejas de los balcones.
Las latas de coca cola.
El número pi.
Los faunos y las piedras.
Un juicio oral con vistas.
Perros, gatos.
Mandarinas, guayabas que huelen a habitación peruana.
Politiqueo.
Terremoto en haití.
La sonrisa de los niños.
El wc de Duchamp.
Señores con bombín.
La crisis.
La crisis del arte.
La amistad.
El minuto 9 36 del primer movimiento del tercer concierto para piano de rachmaninoff.
El aseo exterior.
El aseo interior.
Trivial pursuit.
Crepes.
Lluvia.
Atún.

Muchos temas hay para escribir.
Pero tú estás implícita en mi
y vives irremediablemente
en la punta de mis dedos nerviosos.

Por cosas como estas
merece la pena ser poeta.

воскресенье, 7 ноября 2010 г.

Retales de "El fauno Juan Amapola"

"...la cumbre lo miraba indiferente. Juan hacía todo por llamar su atención. Se posaba sobre sus dos patas y gritaba a la nieve, enseñaba a unos pajarillos y unas piedras a cantar "ven, montaña, ven", las piedras desentonaban realmente, pero su voz traspasaba los límites del bosque y, la montaña, quieta, callaba. La nieve brillaba con los primeros rayos del sol y el río, que andaba despertándose, fluía tranquilamente bosque abajo, Juan no sabía qué hacer para que la nieve lo invitara a subir. Escribió en la rama de un árbol caído una carta "Señora montaña, he intentado comunicarme con usted por otras vías, pero ha sido imposible. Quería decirle que desde niño me apasionó su cumbre nevada cuando llega ésta época del año, y que el bosque se está quedando pequeño en este lado de la ladera. No quisiera importunarle más, pero tenga a bien acogerme en su cumbre, no como un visitante, si no como un amigo" y se la dió a un zorrillo de cola blanca, al que no le hacía mucha gracia la idea de subir a la montaña, pero quien previamente había recibido un salvoconducto para caminar entre los olmos los días de luna llena, con la única condición de no morder sus raices y no mirar con deseo a sus criaturas escogidas (faunos, buhos, moscas...), y para un zorro de cola blanca el ver a la luna entre los olmos es un privilegio, así que allá fue, a llevarle una rama del fauno  a la montaña. Juan siguió buscando maneras de caer bien, danzó "ven, montaña, ven" aprendió el lenguaje del viento y silbó hacia arriba "señora montaña, qué bella está usted hoy", y se echó a descansar junto al río, esperando respuesta..."