Las cosas de Iván Federico

Átomo perdido en la llanura, que me nombró el poeta, nací sin querer y moriré sin poder evitarlo.

воскресенье, 28 ноября 2010 г.

Tres, (Despatafisicación de una rayuela). Capítulo IX

Ya siento el fuego del fin del juego.
Ya te he arrancado las alas, sólo dos cuadros me separan de mi humanidad.
He retornado, paso a paso, desde el final del juego, me he dejado cuerpos
enteros míos a los lados del camino, me he arrancado mil uñas, he gritado mil veces.
Ha llovido, he maldicho.
Ha hecho sol, he maldicho.
He borrado y maldicho.
Y ya sólo un suspiro y
se terminó la rayuela.

Dejo atrás un halo, lo se, de duda. Es parte de mi trabajo confundir al que mira.
Para que crea que creo que cree que creo que se lo que me digo cuando escribo.
Pero todo tiene una explicación metafórica, incluso el juego. Son esto. Esto. Aquello.

Cada verso, cada poema, cada numerito, cada cuadro, son una declaración del juego.
El juego que se desjuega. Y si pretendes jugarlo hasta el infinito te perderás.
Por eso se ha de volver, siempre, a la rectitud envidiada de la linea perfecta,
a la horizontal o a la vertical, y dejar los mandalas,
laberinto, espiral, dejar ya jugado el juego.

2 комментария:

  1. yo te voy a maldecir un ratito,desde la cueva del gato con mocos... ^_^ siempre me gusta leer-té :P ...los po"S"o.s ,mas concretamente:De-MNT.
    Behico desde mi domingo bajo tierra.

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  2. oye!! me agrada, me hizo recordar cuando jugaba rayuela y el diablo nos perseguía de tanta maldición, no te voy a maldecir como dice ahí, y espero no ser un maldito, un fuerte abrazo hermano,

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se asoman al espejo